Se podría decir que viven “a dieta” de forma permanente…comen ensaladas…hervidos…a la plancha…no toman dulce…y aún así no pierden.Para este grupo de personas hay otra opción, que podría representar un aliciente y devolverles la ilusión para conseguir la tan deseada pérdida de peso.
Nos estamos refiriendo a un tipo de alimentación denominado DAP (Dieta de Aporte Proteico). No se trata de ningún invento nuevo, sino de un procedimiento que tiene su fundamento científico, al que se llega tras estudiar en profundidad el funcionamiento del metabolismo humano.
Base de la Dieta: explicado de un modo muy esquemático se trata de proporcionar al paciente un aporte de proteínas de máxima calidad, para que los músculos y los órganos vitales no se vean afectados y un aporte mínimo indispensable de hidratos de carbono y grasas.
La consecuencia de este tipo de alimentación, es que toda la energía que necesita el cuerpo para funcionar diariamente, la tiene que conseguir a base de quemar los depósitos de grasa acumulados.
Es una dieta que solo se puede seguir bajo la supervisión del médico puesto que hay que evaluar a cada paciente con sus características físicas y psíquicas e incluso del entorno en que se desenvuelve y hacerle un seguimiento de todo el proceso.
En pocos días comienza a verse una disminución del peso y del volumen corporal, perdiendo sobretodo la grasa y respetando la masa muscular.
Una dieta proteinada está organizada en tres fases:
1. FASE ACTIVA (pérdida de peso inicial)
Esta fase comporta una pérdida de peso rápida. Durante la misma, la dieta del paciente consiste en el consumo de verduras permitidas en abundancia más la ingesta de proteinas.
La duración de esta fase dependerá de la cantidad de kilos que se deseen perder. Por lo general, se mantiene esta fase hasta que se alcanza entre el 75% - 80% de la pérdida de peso que se pretende, y el resto de la pérdida se realiza en las fases posteriores.
2. FASE DE TRANSICIÓN (pérdida de peso progresiva)
Permite finalizar la pérdida de peso de forma suave, introduciendo de forma progresiva nuevos alimentos en la dieta.
3. FASE DE ESTABILIZACIÓN (equilibrio alimentario)
Adelgazar y estabilizar el peso perdido, son dos cuestiones muy distintas.
El éxito de la dieta debe estar vinculado a un cambio en el estilo de vida, reflejado en la cesta de la compra.
Algunos pacientes respetan las dos primeras fases (de adelgazar), pero cuando ya han conseguido su objetivo se olvidan de las normas volviendo a sus hábitos anteriores.
VENTAJAS DE UNA DIETA PROTEINADA
• Proporciona una pérdida de peso rápida (7 a 10 kilos al mes)
• Se consigue sin pasar hambre (a partir del segundo o tercer día de la dieta)
• Con una sensación general de bienestar
• Con la eliminación de grasas superfluas, manteniendo casi la misma masa muscular
• El aspecto es bueno y la piel se mantiene fresca gracias al aporte proteico y de vitaminas
• La pérdida de peso es rápida, lo cual aumenta la motivación
• Se trata de un método seguro bajo estricto control médico.
